Disfraz de empollón


El día antes de tenerme que disfrazar estaba un poco nervioso, ya que iba a ir por la calle disfrazado y llamando la atención.

Al día siguiente me levanté y y pensé " llegó el día de la verdad" así que me empecé a vestir.

Juan, mi amigo, llamó al timbre y cuando nos miramos nos empezamos a reír exageradamente, me hice una foto con él y cogimos camino hacia el colegio, ese día fuimos más temprano y tuvimos que pasar por en frente de mi antiguo colegio, las carmelitas , y dio la casualidad de que el portero no había abierto las puerta y la mayoría de los alumnos estaban fuera y me vieron, pasé un poco de vergüenza pero después me empecé a reír y seguí para delante.

Cuando entré por la puerta y vi a todos mis compañeros se empezaron a reír de una manera brutal y yo intentando aguantarme la risa, pero no pude y me reí.

A los cinco minutos de empezar cada clase ya no me daba vergüenza estar disfrazado, porque quien me veía por primera vez era el profesor que me tocaba en cada clase.Fuimos al recreo y todo el mundo se me quedaba mirando y yo los miraba y me reía.

Finalmente al final del día de colegio tuve que pasar por delante de mi colegio, pero ya no pase nada de vergüenza ya que me había acostumbrado a lo largo del día.

Me ha gustado mucho esta experiencia y le recomiendo a todos que si tienen la oportunidad de hacerlo que lo haga, a mi siempre me ha gustado disfrazarme y todos los años en carnaval lo hacia con mis amigos, pero ese día tuve que ir solo disfrazado y sin mis amigos, por lo que al principio me daba un poco de vergüenza, pero finalmente la vergüenza desapareció y fue un día de risas y diversión.